Importancia de la Educación Sanitaria

Un pueblo con un buen nivel educacional posee recursos incalculables para su progreso y convivencia normal.
La educación para la salud en el ámbito de la pediatría abarca toda aquella actuación que pretende impartir actitudes para mejorar el nivel de salud individual o comunitario.
La Promoción de la Salud y Prevención de la Enfermedad es un fin primordial de la educación para la salud, la cual debe iniciarse en la infancia y es función de la escuela y de la familia.

miércoles, 21 de enero de 2009

Consejos para la higiene infantil


La higiene infantil estará orientada en dos niveles: uno de control médico y el otro de carácter educativo.

El control médico del niño debe realizarlo el pediatra al menos una vez al año y permite valorar el estado físico y psíquico del niño.

Para el proceso educativo el niño debe de conocer las normas de higiene personal: referidas en el aseo corporal (limpieza de la cara, dientes, manos, cuerpo, cabeza, uñas... y todo ello con qué frecuencia, en qué momentos, durante cuánto tiempo), aseo de los vestidos y el tipo de calzado a utilizar (características de la ropa que debe usar independientemente de la imposición de la moda). Como normas generales en cuanto al vestido de los niños hay que establecer que deben ser cómodos, sencillos y de fácil limpieza.

Higiene de las manos: debe prodigarse y ser de obligado cumplimiento antes de las ingestas de alimento, se le debe acostumbrar desde pequeño que llevar los dedos a la nariz, boca o a los ojos puede irritar dichas zonas y ocasionar enfermedades.

Limpieza de cara y cuello: es útil usar en los pequeños una esponja húmeda.

Limpieza perianogenital de las niñas: debe realizarse de delante hacia atrás y no al contrario a fin de evitar el transporte de gérmenes o parásitos intestinales a las vías urinarias.

Baño o ducha: el agua fría estimula y la caliente relaja. El horario dependerá de la edad del niño y de la disponibilidad de uso. Para los más pequeños (que necesitan ser atendidos por los mayores o para los escolares que se levantan con el tiempo justo para asistir al colegio) es preferible el baño al anochecer, luego de efectuar las tareas o últimos juegos y antes de cenar.

Limpieza de oídos: se hará en los más pequeños con un paño húmedo doblado para extraer el cerumen.

Cuidado de las uñas: debe realizarse periódicamente mediante limpieza y corte cada 7-10 días con el fin de tenerlas relativamente cortas mejor que en exceso; en los más pequeños empleando tijeras finas y curvas que se adapten al margen de la uña; si bien en las de los pies deben respetarse los ángulos para evitar incarnaciones.

Limpieza dental: es aconsejable enseñar al niño lo más pronto posible a que se frote con cepillo y agua los dientes, después de las comidas y en especial de noche antes de acostarse, para evitar depósito de sarro. El dentífrico se utilizará por los niños mayores. La visita al dentista se hará cada seis meses.

Vestido: posee una tripe función; de abrigo, adorno y protección. Hay que destacar que la lana es mala conductora térmica, alcanzando un máximo el lino y el algodón; la lana absorbe mal el agua o la humedad, mientras el algodón lo efectúa rápidamente produciendo un pronto enfriamiento.
La ropa interior no debe sobrepasar los siete días puesta, ya que es el periodo de tiempo que coincide con el del ciclo del piojo de los vestidos, vector de tifus exantemático.
Antes de guardar las ropas de invierno o verano es aconsejable lavarlas.

Zapatos: los zapatos de un niño deben de ser lo suficientemente cómodos para que puedan abrirse los dedos en abanico, llevando el talón suficientemente sujeto.

Higiene mental: procura la reducción de las enfermedades psíquicas y su prevención. Un equilibrio mental se ve turbado por deficiencias familiares y de los amigos del niño conduciéndolo a situaciones de inadaptación.
Las medidas de prevención se orientarán haciendo un diagnóstico y tratamiento temprano si se establece la enfermedad y tratan de reintegrar al enfermo en la sociedad.


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