La drogadicción del pobre

Junto al complejo problema de la adicción a la heroína o a la cocaína está surgiendo un tipo de toxicomanía que practican sobre todo los adolescentes y jóvenes de escasos ingresos, que no pueden o no quieren entrar en el círculo del tráfico.Es una toxicomanía polimorfa, en la que el individuo afectado ingiere, inhala o se inyecta cualquier producto que cae en su mano y, que según sus amigos, puede "fliparle".

En Francia se ha planteado recientemente la conveniencia de suprimir la advertencia "no inhalar" que llevan ciertos productos de droguería, al haberse observado que actúa como incitación para ciertos adolescentes deseosos de encontrar sensaciones inéditas y peligrosas. Se trata de antigeles, aerosoles, quitamanchas, disolventes de pintura, barnices y, en general, todos aquellos productos que se vaporizan a la temperatura ambiente, pasan rápidamente a la sangre y provocan un efecto anestesiante, que sume al sujeto en un estado de euforia pasajera.
Es realmente sorprendente esta fe de los adolescentes de hoy en día en la química. Igual que hay productos destinados a tratar los más variados trastornos, estiman que tiene que haberlos para sumirles en ese paraíso artificial, que parece ser la meta de su vida. Lo que importa para ellos no es afrontar la realidad, pero ésta no es a veces tan amarga como para jugarse la vida en el placer solitario de la inhalación de un quitamanchas.

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